Maracay,
30 de Mayo de 2015
Reflexiones Pedagógicas sobre procesos
Socio-afectivos.
EL Constructor Popular
Autora: Arq. Iraida
Maluenga
Participante
de la Maestría: “Ciencias de la Educación” dictada en la Universidad Nacional
Experimental “Simón Rodríguez” UNESR
Tras
la polémica declaración del titular del Ministro del Trabajo, Jesús Martínez, al
tratar el tema de la “irracional” distribución salarial entre las diferentes labores
que se realizan en Venezuela, y dar como ejemplo una comparación entre los
médicos del país y los trabajadores del barrido manual en calles y avenidas,
asegurando que estos últimos son quienes “garantizan la salud” en las ciudades.
Y por ende deberían percibir mejor salario que los galenos. Sostiene el Ministro que puede haber
conocimiento académico, pero estos (los trabajadores del barrido manual) nos garantizan
la salud. Mientras el Médico está
trabajando la enfermedad. ¿Qué es más importante, garantizar la salud o
recuperar la enfermedad? Tú no puedes valorar eso así. Tiene que llegar un
momento en el cual la distribución sea justa”, finalizó.
Según el Ministro, podríamos señalar que
no es necesario estudiar para ganar un buen sueldo, con ser barrendero es
suficiente. Poco vale la larga y difícil preparación académica de los médicos,
lo que les hace percibir meritoriamente un buen sueldo. Es como decir que la
educación no vale nada, no te esfuerces 8 años o más para ser médico ese
trabajo no es tan importante, además si hay suficientes barrenderos no harán
falta los médicos ya que la gente no se enfermará.
Llevando esa controversia al campo
laboral de la construcción, sería un
absurdo pensar que los obreros que participan en la construcción de un edificio
o vivienda, deberían tener mejor sueldo que los ingenieros, arquitectos,
profesionales y técnicos que la diseñaron y calcularon. Son los obreros, albañiles,
plomeros, electricistas y herreros; los encargados de realizar el trabajo, la
mano de obra que ejecuta, efectivamente; pero sin la preparación académica de
los profesionales que integran el equipo multidisciplinario que participa en el
Diseño de una obra, no existiría ningún proyecto. Sería una construcción
empírica, sin la aplicación de técnicas básicas requeridas para la buena
ejecución de una obra.
Es
un proceso socio-afectivo que nos lleva a reconocer las carencias o necesidad
que tienen las personas que participan en la construcción, normalmente estos individuos
han adquirido sus conocimientos a través
de la práctica y la experiencia, es necesaria la capacitación y el adiestramiento de las
comunidades de bajos recursos que son quienes participan activamente como mano
de obra en las construcciones. Inclusive, en la construcción de sus precarias viviendas sin bases sólidas que
garanticen estabilidad y seguridad, que las hacen vulnerables ante las
condiciones adversas de la naturaleza, identificados como constructores
populares.
La
capacitación del constructor popular es un factor determinante en el crecimiento económico personal, ya que
devengarían salarios más justos y por
ende contribuiría en el desarrollo
social del país; esta forma de enseñanza
orientada a avanzar y erradicar la
pobreza intelectual, contempla el
desarrollo de programas educativos que permita acceder a los grupos sociales
más vulnerables de todo el estado,
incentivando el conocimiento con la función de
incorporar a los ciudadanos a los
nuevos proyectos habitacionales.
El plan de estudio es creado con el
propósito de aportar a los ciudadanos
las nociones básicas y técnicas de la
construcción, fundamentos legales, en
las siguientes cátedras de formación: (introducción a la vivienda,
interpretación de planos, normas y ordenanzas
municipales, unidades de conversión, materiales, herramientas y equipos
de la construcción, riesgos laborales de la construcción, replanteo y
nivelación del terreno, Estructura, instalaciones sanitarias, instalaciones
eléctricas, cerramientos, acabados, cómputos métricos, y el aspecto legal y
político).
El proceso de transformación y
ejecución de la nueva idea
pedagógica fortalece las nuevas
políticas del estado bajo el esquema de una sociedad incluyente que tiene como
base su educación, reforzando sus
valores y sus creencias, para ello es necesario avivar las herramientas y
técnicas con el intento de innovar radicalmente el sistema
educativo con el empleo de la vinculación social estableciendo un ambiente
educativo democrático, en todos los niveles, en el cual se aprenda democracia,
se aprenda libertad en un ambiente libre, se aprenda participación y
solidaridad donde se aprenda a luchar por la inclusión en un ambiente sin
exclusiones.
Parece una utopía, pero no lo es; a través de nuestra praxis académica podemos
lograr hacer realidad este sueño pedagógico, es un proceso afectivo, mediante
el cual las personas toman conciencia de
sus carencias y necesidades, identifica sus metas y traza estrategias para
lograrlas. El Docente debería ser esa energía, ese motor que impulsa y motiva;
e involucra sus sentimientos, emociones y actitudes con sus estudiantes, y encausarlos
en el campo académico, laboral, social y
en la vida en general.
EL Constructor Popular
Educación
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Ingenieros de Obra
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