El Karate Do y los Procesos de formación Socio afectivos
Por: Prof. Sensei Víctor A. Ochoa, Participante de la
Maestría Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional Experimental
“Simón Rodríguez” (UNESR)
El Karate do
durante mucho tiempo se ha percibido de manera incorrecta, siempre ha sido
visto como una simple disciplina de combate donde solo se dan gritos, puños y
patadas. Esto no es del todo cierto, el karate do es el arte de las manos
vacías donde se equilibran la mente, el
cuerpo y el espíritu en búsqueda de la paz interior, todo esto a través del
aprendizaje de diferentes técnicas de defensa y ataque donde prevalece el uso
indispensable de nuestro cuerpo sin ningún tipo de arma o elemento externo.
Desde el ámbito educativo su práctica fortalece los procesos de
integración en los niños, jóvenes y adultos, convirtiéndose en un estilo y forma
de conducir sus vidas. El maestro Ginchin Funakoshi considerado como el padre
del karate do moderno, estableció que “El Karate Do no consiste tan sólo en
adquirir una cierta destreza, sino también en dominar el arte de ser un miembro
de la sociedad bueno y honesto”. Es así que en todo Dojo la enseñanza y
formación de valores fundamentales es muy importante, el Sensei se convierte en
un ente socializador de múltiples hechos significativos donde entre otras cosas
se desarrollan destrezas y habilidades psicomotoras, cognitivas y afectivas que
se ven incrementadas de forma sustancial, como resultados de ejercicios, prácticas
y experiencias apropiadas, como por
ejemplo juegos cooperativos donde cada participante debe guiar y cuidar a un
compañero, usualmente estas experiencias se realizan en sesiones de
entrenamiento donde los niños toman la envestidura de Sensei y los padres la de
estudiantes.
Es de notar que filosóficamente el Karate Do se fundamenta en un
código de conducta que era utilizado por antiguos guerreros samuráis del Japón
llamado bushido, tomando de este antiguo código 7 valores esenciales y que hoy
día siguen siendo fundamentales como lo son la rectitud, la benevolencia, la sinceridad,
el respeto, el honor y la lealtad.
Sin importar
la edad esta arte marcial puede ser practicada por todos y en especial en edades
tempranas donde las primeras etapas evolutivas del crecimiento de los niños y niñas son de suma importancia
para su desarrollo y que sentaran las bases para su adultez, es así que el
karate también utiliza múltiples herramientas pedagógicas y formativas, para
generar actitudes positivas que refuerzan los valores individuales y colectivos,
que le permitirán a sus practicantes ponerlos en práctica en su vida diaria.
http://www.dojovictorochoa.com.ve
Excelente artículo, el karate poco a poco se. ha llenado de pedagogía, y su enseñanza es más óptima
ResponderEliminarlas artes marciales deberian estar presentes en todos los colegios por la disciplina el auto control y la salud, nos gusto este articulo , deben seguir publicando
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